Una guía para la descolonización del comunismo

POR ANTICONQUISTA

Las comunidades inmigrantes en el occidente a menudo ven el comunismo como algo inherentemente eurocéntrico. De manera justificada, ya que los espacios comunistas a menudo están dominados por personas blancas con ideas obsoletas sobre la lucha de clases y que principalmente reclutan a inmigrantes para aparentar inclusivos.

El comunismo, sin embargo, es una ciencia que, cuando se adapta a las realidades históricas y las condiciones reales que enfrentan las personas colonizadas, puede servir como la herramienta ideológica para descifrar el mundo creando un futuro más justo.

Aquí hemos listado algunos conceptos comunistas importantes para ayudar a la diáspora de Latinoamericanos entender la ciencia revolucionaria desde una perspectiva que es relevante para nosotros y nuestra lucha.

Lucha de clases

Tradicionalmente, lo que se entiende por “lucha de clases” es los trabajadores que luchan y se defienden contra la burguesía, los patrones, para controlar los medios de producción. Sin embargo, la lucha de clases para los pueblos históricamente colonizados adquiere un carácter más complejo. Los trabajadores de las naciones que han sido colonizadas a menudo se enfrentan a un enemigo que son tanto capitalistas como supremacistas blancos en igual medida.

Por ejemplo, la mayoría de los brasileños negros no solo enfrentan la opresión de clase al no tener otra opción que entregar su trabajo a la burguesía nacional (compuesta principalmente por descendientes de europeos), sino que también enfrentan discriminación racial que a menudo significa pobreza extrema, ocupación militar y policial de sus barrios y hasta muerte. Esto es algo que se desarrolla en todo latinoamérica y el Caribe.

La diáspora del Sur Global que vive en el Oeste se enfrenta a condiciones similares, explotadas como trabajadores y también consideradas inferiores racialmente.

En otros casos, las clases neocolonial pueden que no sean eurodescendientes en sí, pero de todos modos sirven a los intereses de las potencias imperialistas sobre los intereses de sus propios ciudadanos. La supremacía blanca y los factores imperialistas que afectan a la mayoría de la clase trabajadora en todo el mundo se borran con la clásica definición eurocéntrica de la lucha de clases.

La simple fórmula eurocéntrica de una clase obrera universal luchando contra sus jefes capitalistas no solo ignora estructuras coloniales históricas, sino que también ignora los intereses materiales que la clase obrera del Primer Mundo tiene en el sistema capitalista-imperialista.

Por lo tanto, si bien los comunistas del Tercer Mundo de hecho persiguen la solidaridad internacional de la clase trabajadora, independientemente del color y ubicación geográfica, debe basarse en una comprensión de nuestras diferentes experiencias históricas.

Comunismo Tercermundista

El comunismo en el occidente y en todo el mundo tiene tendencias eurocéntricas e imperialistas. Las ideas obsoletas de los comunistas occidentales y occidentalizados significan que muchos de ellos todavía creen que Europa, que forma parte del Primer Mundo, desempeñará el papel principal en la lucha contra el capitalismo global. La revolución liderada por Mao Zedong en China perforó esta idea eurocéntrica, inspirando efectivamente a las masas en el Sur Global levantarse contra sus opresores sin tener que esperar al liderazgo de los trabajadores blancos.

Hoy, quienes se distancian del comunismo eurocéntrico a menudo se autodenominan comunistas Tercermundistas, marxistas-leninistas-maoístas o simplemente maoístas. Estas etiquetas, aunque pueden no representar completamente la experiencia Latinx, sin duda son las más cercanas. Hemos tenido nuestros propios movimientos y líderes comunistas de donde podemos conseguir nuestras propias etiquetas e inspiración, notablemente el escritor y activista comunista de principios del siglo XX José Carlos Mariátegui, de donde se extrae el Mariateguismo.

Materialismo vs. Idealismo

Formas de vida comunistas han sido practicadas en diversas formas y por muchas sociedades antes de que Karl Marx las inmortalizara en papel en el siglo XIX. Marx observó la historia social y económica humana y, a pesar de algunos detalles eurocéntricos de los que fue incapaz de liberarse, presentó una profunda comprensión materialista del mundo. Una comprensión que sigue siendo esencial en cualquier pensamiento serio anticapitalista y anticolonial.

El materialismo sostiene que las ideas se basan en sus condiciones o raíces materiales, mientras que los idealistas creen lo contrario. Los idealistas creen que las ideas determinan las condiciones materiales del ser humano. El mejor ejemplo de esto es cuando las personas afirman que “la pobreza es un estado mental” o “si piensas positivamente, cosas positivas sucederán”.

Es importante destacar que para un pueblo que ha sido colonizado mentalmente en gran medida a través de una religión extranjera, el materialismo ayuda a anclar nuestras acciones y comportamiento en lo que se puede verificar científicamente a través de hechos tangibles en lugar de teorías conspirativas, rumores o lo sobrenatural.

Creemos que no podemos liberarnos a través del pensamiento positivo, la espiritualidad, la religión o incluso mediante la “descolonización mental”.

Como comunistas, nuestra prioridad es cambiar las condiciones materiales de las masas oprimidas en este sistema mundial capitalista imperialista. Es decir, garantizar las necesidades humanas básicas para el ser humano a través de un sistema socialista.

Racismo

El racismo es muy a menudo relegado por los comunistas occidentales a una mera táctica de los capitalistas para dividir a la clase obrera “universal”. Mientras que algunos pueden aceptarlo como un problema, se presenta como una contradicción secundaria, negando una experiencia principal de millones bajo este sistema. Como han dicho Mariátegui y el revolucionario africano Omali Yeshitela, el capitalismo es racista en su esencia misma. El capitalismo nos niega nuestra existencia, no solo porque somos trabajadores y estamos alienados, sino porque nuestras patrias y nuestros cuerpos son vistos como desechables de maneras en que los trabajadores blancos en el Primer Mundo generalmente no lo son.

Liberales/Liberalismo

En el occidente y otras naciones fuertemente influenciadas por el pensamiento occidental, ser un liberal significa ser progresivo o lo contrario de conservador, alguien que es tolerante con las diferencias en los demás. Hoy, el liberalismo se ha convertido en la ideología dominante para aquellos que desean reformar el capitalismo y sus tentáculos opresivos. Es importante destacar que los liberales no desean desmantelar el capitalismo y sus prácticas opresivas. Creen que todos pueden vivir en paz y calma al reconciliarse con la clase dominante.

Desde un punto de vista comunista, sin embargo, ser un liberal significa ser conservador en todo menos en el nombre. Tienden a centrarse en casos aislados de opresión, ya sean empresas multinacionales, individuos corruptos, casos individuales de racismo y sexismo, gentrificación, etc. Sin embargo, nunca relacionan estos síntomas con la causa: capitalismo-imperialismo. Omitir la causa raíz de todas estas injusticias los convierte en colaboradores del capitalismo global por defecto, incluso si es por ignorancia.

Aristocracia laboral

Este término se refiere a la capa privilegiada de la clase trabajadora dentro del orden mundial capitalista.

Desde muy temprano, pensadores comunistas como Carlos Marx, Friedrich Engels y Vladimir Lenin observaron que el capitalismo tendía a resolver el conflicto con algunas capas de la clase trabajadora otorgándoles ciertos beneficios materiales. En Europa, esto se puede evidenciar principalmente con las relaciones entre la clase burguesa y los trabajadores que se organizaron en sindicatos para exigir concesiones.

Como el Dr. Zak Cope ha señalado y demostrado, estas concesiones otorgadas a una capa privilegiada de la clase obrera europea se extendió a la mayoría de los ciudadanos de las naciones imperialistas del Primer Mundo, incluida su clase trabajadora. Esto sigue siendo una realidad hoy en día de tal manera que los trabajadores en los Estados Unidos, Europa, Australia, Japón y todo el Primer Mundo continúan recibiendo ciertos beneficios que indudablemente tienen su raíz en la explotación imperialista de las naciones del Tercer Mundo.

Esta relación que la clase obrera del Primer Mundo tiene con la clase dominante debilita la posibilidad de la solidaridad internacional y tiende a racionalizar la ideología liberal, diluyendo el comunismo y validando el imperialismo. Cuando tomamos en cuenta la teoría de una aristocracia laboral, el privilegio blanco también recibe una base material, en lugar de ser simplemente explicado como una mera construcción social que puede ser eliminada solo mediante el antirracismo.

Machismo

Al igual que el racismo, el sexismo se ve a menudo como una contradicción secundaria para los comunistas eurocéntricos, un problema que puede resolverse una vez que se resuelve la contradicción de clase primaria.

En América Latina y para la diáspora de Latinx, el machismo y la violencia de género, que tiene sus raíces en la invasión colonial española y sus prácticas culturales y religiosas, sigue siendo un problema social importante. Mientras que el virus liberal en el occidente y los países de influencia occidental ven el feminismo como una forma de nivelar el campo de juego para las mujeres blancas en el capitalismo, los comunistas revolucionarios ven la liberación de todas las mujeres como parte inseparable de la lucha contra el sistema capitalista imperialista como un todo.

Es decir, no puede ser una revolución socialista o comunista si no es una lucha simultánea que combata todas las formas de sexismo y violencia de género.

Colonialismo

Este término se entiende generalmente como el período en el que Europa colonizó grandes partes del mundo entre 1492 y mediados del siglo XX. Entre ese período de tiempo, muchos países aparentemente lograron liberarse de sus amos coloniales, pero la mayoría pasó de ser colonias directas a ser colonias indirectas al servicio de los intereses de las naciones imperialistas occidentales.

La independencia de América Latina, por ejemplo, fue en realidad la transferencia del poder de la Corona española a las élites terratenientes blancas, cuyos descendientes siguen monopolizando el poder económico y político. Esto explica por qué muchos de nosotros todavía usamos el término “colonialismo” para explicar la situación actual en nuestro continente.

Nacionalismo

Mientras que el nacionalismo en el occidente a menudo tiene connotaciones racistas y chovinistas, y muchos izquierdistas lo consideran reaccionario, también ha sido una herramienta revolucionaria utilizada por los comunistas en el Tercer Mundo para defenderse de los ataques imperialistas. En este sentido, entonces, es importante entender las diferencias entre el nacionalismo del Primer Mundo y el nacionalismo del Tercer Mundo.

Por ejemplo, ser patriótico de los Estados Unidos, Canadá, Gran Bretaña o cualquier otra nación de Europa Occidental es ser un chovinista por defecto. Celebrar y estar orgulloso de las naciones que se han construido y que se mantienen a través de la opresión de otras naciones significa que usted apoya el sistema capitalista-imperialista.

Por otro lado, cuando personas en naciones como Cuba, la República Popular Democrática de Corea, China, Siria, etc., demuestran su patriotismo, están defendiendo a sus naciones del imperialismo por defecto. Las naciones que han sido, o continúan siendo, atacadas por las fuerzas imperialistas tienen justificación para usar el nacionalismo como arma de defensa, un arma que ha ayudado a muchas naciones del Tercer Mundo a inspirar a sus poblaciones a defender sus países de invasiones extranjeras.

El nacionalismo, cuando se combina con el comunismo, también puede servir como una herramienta para elevar a las naciones históricamente oprimidas. Por ejemplo, los mapuches en Chile, los garífunas en Honduras y los mayas en Guatemala tienen una rica historia de la que pueden inspirarse para luchar por la autodeterminación y la justicia.

Trotskismo

Mientras que el comunismo occidental en general tiende a ser eurocéntrico, el trotskismo en particular es conocido por su rechazo de la lucha revolucionaria fuera de Europa. Para los trotskistas, la revolución “legítima” contra el capitalismo solo puede provenir de los trabajadores europeos y occidentales. El “atraso” fuera del occidente significa que las revoluciones en otros lugares no pueden ser completas y son a menudo rechazadas como mero “populismo”, incluso rechazando la teoría de una aristocracia laboral para proteger a los trabajadores blancos de sus intereses en el imperialismo.

En contraste con los trotskistas que creen en la teoría de la “revolución permanente”, los maoístas y los tercermundistas entienden que la revolución puede ocurrir en un solo país o región, y los trabajadores en el Sur Global no necesitan esperar a sus contrapartes europeas más “desarrollados”.

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