Los “Paradise Papers” (Documentos del Paraíso) recientemente filtrados y los parásitos que expusieron no deberían sorprender a nadie dado la naturaleza del capitalismo global.
Lo que hace, sin embargo, es ayudar a los que luchamos por desmontar el sistema capitalista-imperialista porque señala formas tangibles en las que la clase dominante acumula su riquezas explotando los trabajadores y recursos en todo el mundo, pero especialmente en el Sur Global.
Hoy, cuando hablamos en contra del sistema capitalista-imperialista que envuelve a todo el planeta, la mayoría de los ciudadanos del Occidente, lo rechazaría como un teórico de la conspiración. En el mejor de los casos, algunos izquierdistas del Occidente lo admitirán ante algunas multinacionales que operan fuera de las fronteras estatales y el derecho internacional.
El incidente de los Documentos del Paraíso demuestra irrefutablemente que monarquías, gobiernos, políticos individuales, empresas nacionales, multinacionales e incluso ciudadanos participan en la explotación de las masas del Sur Global.
Es decir, el sistema capitalista global ha sido diseñado para beneficiar a las naciones centrales, incluidas sus respectivas clases trabajadoras, mediante la usurpación de las naciones de la periferia.
Tomemos, por ejemplo, el caso de la herencia de la reina Británica que quedó expuesta al haber invertido en el minorista BrightHouse como parte de una cartera extraterritorial. Todos los medios de comunicación liberales en el Occidente lloraron esto como injusto porque la Reina y su patrimonio evitaron los impuestos en Gran Bretaña, la riqueza fiscal que potencialmente podría haber ido a la tesorería del gobierno en beneficio del público en general.
Lo que todos estos medios de comunicación no detallaron fue el hecho de que las ganancias de BrightHouse provienen de la explotación de trabajadores y recursos en el Tercer Mundo. Es cierto que su participación en las prácticas imperialistas-capitalistas es indirecta, ya que son minoristas de otras marcas. No obstante, su negocio multimillonario sin duda ayuda a lubricar los ruedas de este sistema.
Del mismo modo, también se descubrió que las compañías multinacionales más obvias como Nike, Apple y Amazon hicieron uso de cuentas extraterritoriales para evitar el pago de impuestos. Centrarse en el hecho de que no pagan sus impuestos ayuda a distraer el hecho de que sus ganancias se obtienen de la esclavización de los trabajadores, a menudo niños, en el Sur Global.
En última instancia, el Occidente no está interesado en este amplio contexto económico y geopolítico. Para el Occidente y sus medios, lo más importante es que los implicados compartan su botín capitalista en forma de contribuciones “justas”.
El problema se pinta como si se tratara de casos aislados de “corrupción” y “fraude”, en lugar de un sistema mundial que oprime y explota miles de millones de vidas humanas.
La importancia de filtrar documentos como los Documentos del Paraíso no es solo los casos individuales que están expuestos, sino que vincula estos casos con el problema más amplio del capitalismo-imperialismo.
Si rastreamos la riqueza de todos los implicados en estos documentos, sin duda alguna llegaremos a la conclusión de que el capitalismo en su totalidad es el problema. No son sus regulaciones deficientes y sus leyes defectuosas, sino el sistema por completo.